jueves, 27 de noviembre de 2014

Los habitantes de América conocen la escritura

Desde hace muchos siglos en nuestra cultura es tan habitual la práctica  de leer y escribir, que hemos perdido la conciencia de que las letras son una de las invenciones más extraordinarias de la humanidad. La dimensión de este prodigio la tuvieron los habitantes de nuestro continente que no habían desarrollado la escritura y al respecto el cronista Gonzalo Fernández de Oviedo señala  que Una cosa de las que más se  han espantado los indios, de cuantas han visto entre los cristianos, son las letras, Y que por ellas nos entendamos con los ausentes.
El escuchar dictar una carta, y el que, después, otra persona la leyera repitiendo exactamente las palabras de quien la dictó, les parecía algo mágico, sobrenatural. El hecho que el papel expresara  ideas y sentimientos o narrara sucesos les producía atemorizado asombro que se acrecentaba cuando a algún indio le tocaba ser el mensajero o portador de esa carta. …llévanla con tanto respeto y temor… pues les parecía que también sabría decir la carta lo que el indio piensa o hace…, porque  creen que tiene  ánima… Hubo un caso en que el mensajero estaba tan aterrorizado del sólo hecho de aproximarse a una carta, que, para llevarla,  la ató con un cordel,  a un palo  para, de ese modo,  poder   mantenerla  lejos de su cuerpo.
Hubo otro caso pintoresco protagonizado por el capitán Gonzalo de Badajoz: Había escrito una carta  y pidió al cacique del pueblo del cual era encomendero  que se encargara de enviarla al destinatario. El cacique, en una actitud de falta de respeto, curioso por saber qué informaba  su amo,  le encargó al indio mensajero con quien la despachaba, que le preguntase en el camino a la carta… algunas cosas…
 Cuando el mensajero regresó, le contó al cacique que  había interrogado a la carta tal como él le encargó, pero que  ésta no le había querido responder a nada  y que creía que maliciosamente… no quería hablar sino con los cristianos.
El cacique quedó desconcertado, pero hubo algo que lo asustó:  que el indio le dijo creer que la carta le había revelado  al amo lo que él le ordenó hacer, por lo cual el cacique, de temor a un castigo,  huyó.  Pocos días después fue apresado y cuando Badajoz le preguntó por qué había huido pues no se le había hecho… mal tratamiento alguno, intentó zafar de su comprometida situación culpando al mensajero por lo sucedido.
Dijo que él sabía que la carta le había dicho lo que su indio le había preguntado…, y  que aquel indio era bellaco -taimado-  porque el cacique no… le había mandado hacer algo tan irrespetuoso para con su amo como preguntar a la carta cuál era su contenido; por esta razón lo había  muerto en castigo.
Badajoz lo escuchó, pero no lo sacó de su error; por el contrario,  para escarmentarlo por su indebida curiosidad, le respondió que, efectivamente,  las cartas todo lo entienden… especialmente cuando se trata contra los cristianos, y ellos les tienen mandado que… no hablen con los indios ni les descubran ningún secreto. Y así se lo creyó este cacique, y de astuto el capitán quiso dejarle en esta sospecha. 

1 comentario:

  1. Muy buena la idea de publicar una síntesis de "Poblar un Pueblo", te felicito, pero dejame decirle algo al lector:

    Sin lugar a dudas ¡hay que leer el libro sobre esta apasionante historia: los primeros esfuerzos de población española de la Patria! Es mi PREFERIDO y lo he leído muchas veces, disfrutando cada increíble detalle de lo que sucedió hace tantos siglos. Es un milagro casi que, a través de la minuciosa y tan meritoria obra de investigación de la autora, nos estemos enterando de cosas que, sin su intervención se habrían perdido por secula seculorum. Debo agregar que para mí en particular, esta historia es algo cercano y muy emocionante ya que algunos de los conquistadores que la protagonizaron son mis antepasados directos.

    ¡¡¡ Un millón de gracias, Pelusa !!!

    Con mi admiración va un gran abrazo,
    Magdalena Wilkinson
    Canberra, Australia

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